21 mayo 2012

Pregón de la fiesta de Santo Domingo




 ÁLBUM DE FOTOS 

Me gustaría comenzar con el agradecimiento a todos los que están aquí (padres, alumnos y comunidad educativa) por su colaboración para que este colegio –después de más de cien años- continúe ejerciendo una labor válida y de calidad para la sociedad en la que vivimos.

            El legado que nos dejó nuestro patrón es de una riqueza enorme. Sin embargo, corren tiempos difíciles y diferentes de aquellos en los que vivió Santo Domingo. A pesar de todo, creemos que no podemos dejar de lado los valores que nos enseñó tanto de palabra como de obra. Es por ello que estamos convencidos de que nuestro colegio, bajo el amparo  y el trabajo incansable de las Madres Dominicas de la Sagrada Familia, debe seguir impulsando una educación basada en el estudio y en el constante esfuerzo para que nuestros alumnos estén preparados para la vida. Asimismo, Domingo, con su vida ejemplar, nos transmitió una serie de valores cristianos a los que no queremos renunciar: la verdad, la oración, el respeto, la generosidad, la voluntad, la comunidad, la predicación… Somos conscientes de la importancia que tiene la cooperación de padres y docentes para formar a los niños en unos principios morales y religiosos que harán de ellos personas íntegras y tolerantes. No es una tarea fácil, pero sí es un trabajo que merece la pena… por sus hijos, por nuestros alumnos. Y por ello depositamos nuestra confianza en el Señor y en la intercesión de Santo Domingo para que, en los momentos de dificultad, nos guíe en nuestra enseñanza y nos anime en las adversidades.
 
            Hoy comienza la semana en que celebramos las fiestas de nuestro patrón. Serán unos días en los que disfrutaremos de diferentes actividades, cuyos protagonistas principales serán los niños. Deseamos de corazón que se sientan todos como en casa y puedan ver más de cerca nuestro colegio, su entorno, las personas que formamos parte de él, el clima que se respira, las mismas aulas donde los alumnos pasan una buena parte del día, sus trabajos…, en definitiva, el lado más visible –que no el único, por supuesto- de nuestro centro.

            Ojalá que estos días nos sintamos realmente satisfechos con el lugar donde ustedes han querido que sus hijos y nuestros alumnos reciban una educación de la que podremos sentirnos orgullosos. Al fin y al cabo, su preparación para la vida es nuestra principal ilusión.

            Gracias por estar aquí y un fuerte abrazo de toda la comunidad educativa.















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